Klaipeda Castle Marina

El Condado de Klaipeda es uno de los condados de Lituania, situado en la parte oeste del país. Es el único condado con línea costera y la capital es en Klaipeda. Aquí hay bastantes alojamientos que seguramente estarán a la altura de sus expectativas más grandes. Solo depende el modo en que usted quiera pasar sus vacaciones: un hotel lujoso, una pensión tradicional o un bed & breakfast confortable. Aquí tiene los lugares de top a que deba considerar cuando reserve una habitación: el Amber Palace SPA, el Hotel Palanga, el Memel Hotel, el National Hotel, el Baltic Inn, el Old Mill Hotel, el Villa Banga, el Vanagupe Hotel Conference and SPA Center. Es posible también que quiera tener en cuenta el Palanga Spa Design Hotel, el Senoji Palanga, el Amberton Green Apartments, el Ferienhaus Naglis, el Guest House Pirkliu Namai, el Pajurio Vieskelis y el Hotel Juodasis Kalnas. La cocina lituana tiene recetas basadas en ingredientes simples, como la cebada, el centeno, las patatas, las setas cultivadas localmente, las bayas, las remolachas y las verduras verdes. Los platos comparten muchas similitudes con otros países: Polonia, Ucrania, Hungría, Georgia y Rumania. Sin embargo, los lituanos también tienen recetas originales, formados durante los años, a través del tiempo y de la historia. La comida tradicional incluye especialidades como los dumplings kreplach o pierogi, los donuts spurgos, el kugel (pudding de patata), el vedarai (salchichas de patata) el cepelinai (dumpling basado en patatas), la sopa de remolachas y la sopa sauerkraut. El balandeliai (rollos de repollo rellenos con carne), el blynai (crepas), el helado Ledai, los pyragas (pasteles de frutas) también son delicadezas. Aquí hay algunos lugares en donde pueda probar todas estas delicadezas: el Stora Antis, el Momo Grill, el HBH Juozo Alus, el Friedrich Passage, el Kerpe, el 1925, el Tik Pas Jona, el In Vino, el Friedricho Bistro. No se pierda el Vila Zvaigzde, Scandal, el Don Vito, el STARS Restaurant, el Herkus Kantas Pub, el Ararat, el Molinis Asotis, el Pamario Takas, Zuvele, el Sky 21 Terrace, el Zuvine, el Doma. Se estará preguntando que hay para visitar. Bueno, hay bastantes cosas que usted pueda practicar y ver, si elija actividades al aire libre o simplemente visitar los museos y aprender algo de la cultura local. El parque nacional del Kuršių Nerija es un pedazo único de la naturaleza. Tiene todo: palaya, mar, bosque y dunas de arena. El Nida Dunes es considerado como una de las vistas más estupendas de Europa; es un paraíso, una mezcla de arena dorada con una laguna idílica y con el fresco aire salado. La ciudad de Palanga es un «debe ver» si tiene un tiempo extra, porque podría durar al menos un día para explorar todas sus esquinas. Las tiendas y los bares llegan hasta la playa, y puede experimentar la vida en un pueblo de pescaderos autentico. El Museo Palanga Amber es una lección de la historia de la realeza lituana. No debe perder Nida y las Playas Neringa si quiere solamente tomar el sol, escuchar las olas y las gaviotas y disfrutar de momentos relajantes. Finalmente, pero definidamente no menos importante, es el parque nacional del Delta del Nemunas, un obra estupenda de la naturaleza y un lugar único en Lituania, con vegetación y fauna abundantes. El Museo Lituano del Mar es una elección obvia si está viajando junto con niños. Él tiene también un delfinario, y por eso asegura unas horas de diversión y entretenimiento. La parte antigua de la ciudad de Klaipeda es un paso atrás por el tiempo, en el período cuando los alemanes la gobernaban. Tiene muchos bares y pubs de donde pueda elegir, donde pueda disfrutar de las historias de los habitantes locales. Svyturys Brewery es la fábrica de cerveza de Klaipeda, con un recorrido interesante y delicioso, si pudiéramos añadir. Se le ofrecerá un abrigo blanco de laboratorio y será invitado a probar la bebida famosa en el mundo. El Museo del Reloj tiene una exposición increíble de tantos relojes que simplemente perderá la noción del tiempo; relojes por todas partes. Puede aprender de su historia y disfrutar del interior de la mansión. La casa previa de Thomas Mann fue convertida en museo. Puede sentarse en su estudio, mirar por la ventana y tratar de imaginarse de donde llegaba toda su inspiración. El museo alberga periódicamente talleres, conciertos y seminarios.